Aplicar el corrector

Una inestimable ayuda para igualar la superficie de la piel, escondiendo las imperfecciones y disimulando las ojeras, el corrector es para muchas mujeres el único cosmético de uso diario junto con los polvos de maquillaje. Necesitarás probablemente dos tonos diferentes, uno más oscuro para el verano, cuando tu piel está más bronceada, y otro más claro para el invierno.

Para obtener un resultado de precisión, aplica el corrector con un pincelito acabado en punta fina y difumínalo bien. La mayoría de los tonos de piel requieren un corrector de un tono base ligeramente amarillento, y unos polvos de maquillaje translúcidos ayudarán a fijarlo a la piel.



Un corrector con bastante contenido en pigmentos y con una base de aceite mineral es lo más adecuado para ocultar defectos, ya que cubre la zona mejor y permanece en ella durante más tiempo.

Es conveniente, para comprobar si el color de un corrector se ajusta al de tu piel, hacerlo a plena luz del día para no equivocarse. Compra el corrector que se ajuste tan bien que parezca desaparecer en la piel, además de ocultar la mancha o granito en cuestión.



He aquí algunos trucos para que el uso del corrector permita obtener los mejores resultados:

- Añadir sombra de ojos amarilla al corrector disimula las ojeras.

- Añadir sombra de ojos azul o verde al corrector ayuda a enmascarar una zona de piel enrojecida o capilares rotos.

- Seca las espinillas con ayuda de un secador a temperatura suave y a continuación, usando un pincel puntiagudo para mayor precisión, cubre la espinilla con un corrector de un tono amarillento que vaya con el tono base de tu maquillaje. Presiona suavemente con los dedos alrededor de los bordes y aplica un poco de polvo para asentarlo. También puedes usar para esto un lápiz corrector.

- Las pecas y las manchas de pigmentación sólo se deben ocultar cuando sea absolutamente necesario, puesto que requieren una gruesa capa de corrector para cubrirlas totalmente y el aspecto final puede ser mucho peor. Humedece bien la piel y aplica un corrector cremoso de un tono más claro que tu base de maquillaje, y asiéntalo con polvos. Para darle un toque de glamour adicional, puedes dar un toque de polvos brillantes.

- El interior del puente de la nariz, las comisuras de la boca y las esquinas de los ojos requieren especial atención a la hora de aplicar el corrector.

- Un truquito de emergencia: los restos resecos de base de maquillaje en la tapa o en el dosificador forman un excelente corrector, de un tono que lógicamente coincide con el del resto de la base de maquillaje que te vas a aplicar.

- Para eliminar las ojeras, elige un corrector cremoso (si es seco o en polvo puede hacer más visibles las arruguitas de los ojos) con una intensidad de color intermedia y un acabado mate. Aplicar un hidratante previamente es también una buena idea. Aplica el corrector con el pincel y luego presiónalo contra la piel con la punta de los dedos.

- Para ocultar cicatrices rojizas o marcas de nacimiento, usa correctores con un tono base amarillento. Aplica una base mate primero sobre las cicatrices y luego un corrector de color intenso. Si la cicatriz sobresale, usa un tono más oscuro que el del resto de la piel; si la cicatriz está hacia dentro, usa un tono más claro. Fíjalo todo con polvos.

- Para ocultar esos capilares rotos de color rojo vivo, necesitarás un corrector muy pigmentado, de tono base amarillento, con un aplicador de punta de fibra para mayor precisión. Tras aplicarlo, presiona con la punta de los dedos para fijarlo y date unos polvos de maquillaje para asentarlo.