Cirugía estética sin bisturí
¿Miedo a la operación? Muchas veces ni siquiera es necesaria: hay tratamientos que solucionan esos pequeños problemas estéticos sin pasar por las manos del cirujano estético. Mucho más fácil es por ejemplo, emplear el famoso botox.
La toxina botulínica, es decir el botox, es un relajante muscular que inyectado en los músculos faciales que provocan las patas de gallo u otras arrugas, hace que los rasgos de estas no se acentúen, y que no se marquen al hacer gestos con la cara. Es un método muy seguro y prácticamente sin efectos secundarios, ya que una pequeña inflamación inicial desaparece en un par de días. En unos días más, ya se ven los resultados. Sin embargo, los efectos no son permanentes y al cabo de unos meses hay que repetir las inyecciones, aunque habitualmente el tiempo entre cada intervención se alarga progresivamente porque el cuerpo se “olvida” gradualmente de mover esos músculos que crean las arrugas.
Es un método que desde que se generalizó ha hecho furor entre actrices de Hollywood, primero, y después entre gente de todas las edades y condiciones. Se le había acusado de causar inexpresividad en la cara, pero los tratamientos de hoy día son muy modulables para conseguir el efecto justo: que relajen las arrugas sin que por ello se quede la cara sin expresión. Sirve como dijimos, para las patas de gallo y también las arrugas de la frente y el entrecejo.
Otro método es rellenar las arrugas con inyecciones de ácido hialurónico, que también tiene un efecto inmediato. Es un polímero natural que existe en la piel. Los laboratorios han conseguido obtenerlo de forma química en grandes cantidades, de modo que ahora es relativamente asequible como tratamiento de belleza. El efecto es sencillamente espectacular e inmediato: las arrugas se rellenan y se hacen invisibles. Por supuesto sigues siendo tú, pero ya verás como a la vuelta de la clínica todos te dice: “Qué buena cara tienes, has debido de descansar mucho este fin de semana”.
Puede haber un ligero enrojecimiento que no dura más de un par de días, y por supuesto está el mal trago de los pinchazos (se aplican con anestesia local), pero más allá de estas molestias el tratamiento es inofensivo y completamente seguro. Eso sí, el efecto no es permanente y a los 8 ó 12 meses habrá que repetirlo.
Los cócteles de vitaminas (mesoterapia). Inyecciones de vitaminas mezcladas con ácido hialurónico, mejoran el aspecto general aumentando la tonicidad de la piel sometida a excesos de sol, de tabaco, a dietas inadecuadas con déficit de vitaminas, etc...
Además del efecto del ácido hialurónico, las vitaminas y antioxidantes sirven para estimular las células que se encargan de producir colágeno, de modo que devuelvan a la piel su firmeza y luminosidad.
La duración del efecto es de unos 3 a 6 meses.
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