Operarse el pecho (Mamoplastia)

Mamoplastia de aumento

El aumento del pecho se hace mediante implantes rellenos de una solución salina, para incrementar el volumen. Es una intervención adecuada para las mujeres que deseen unos pechos más grandes por motivos estéticos, o porque hayan sufrido cambios en su físico tras el embarazo o una fuerte pérdida de peso.
Según las circunstancias, el cirujano puede optar por situar las prótesis tras los tejidos de las glándulas mamarias o bien bajo el músculo.
La operación en sí requiere de una incisión alrededor de la areola, en el pliegue bajo el pecho, o bien en la axila, también según lo que sea más recomendable dada la anatomía de la paciente, y en la medida de lo posible, acomodándose a los deseos de ésta.
Hoy en día, la mayoría de los implantes son de una solución salina, aunque en algunas circunstancias se pueden admitir los implantes de silicona.



Elevación y modelado de los senos: Mastopexia

La mastopexia es una operación quirúrgica para mejorar el aspecto y la estética de los pechos que tras un embarazo o una pérdida de peso, pueden tener un aspecto de caídos o deshinchados. Haciendo una serie de cortes para retirar la piel sobrante, se puede mejorar en gran medida el aspecto de las mamas, dando un aire más juvenil. En algunas pacientes, se opta también por realizar una operación de aumento de pecho al mismo tiempo.

Mamoplastia de reducción

La reducción del tamaño del pecho se aplica a las mujeres que, por el tamaño de sus senos, se sienten a disgusto con su figura, e incluso pueden sufrir problemas de dolor de espalda, cuellos y hombros.
En estos casos, el médico retira parte de la piel y del tejido del pecho, para dejarlo con una forma natural y más pequeña que al principio. Las cicatrices dependen del tipo de procedimiento que haya sido necesario, tratando siempre de que sean lo más pequeñas posible.