viernes, 11 de enero de 2008

Piernas en perfecta forma

Toda mujer que lo haya sentido en alguna ocasión no necesita que le expliquen lo que significa tener las "piernas pesadas". La expresión resume con exactitud esa sensación que va de la simple molestia hasta el dolor, y que parece concentrar todos los kilos del cuerpo de cintura para abajo.



# La circulación es la clave de unas piernas en forma.

El corazón es el órgano encargado de bombear sangre eficazmente de la cabeza hasta los pies, para así nutrir cada esquina del organismo. Sin embargo, cuando el preciado líquido tiene que emprender el camino de regreso desde las extremidades inferiores, se ve obligada a ir cuesta arriba, luchando contra la ley de la gravedad.

Para conseguirlo, contamos con una "bomba muscular" que impulsa la sangre hacia arriba y que se activa al caminar o contraer los músculos de las piernas. Sin embargo, cuando estamos de pie y al sentamos, la bomba se para, y la sangre tiende a estancarse en los compartimentos inferiores. Para ayudar a este mecanismo contamos con válvulas en las venas que frenan esa caída, pero que pueden encontrarse en mal estado, favoreciendo aún más su estancamiento. ¿El resultado? Una mala circulación venosa, y las consecuencias que de ello se derivan.



¿Cómo evitar estos problemas y cómo resolverlos?

# El buen o mal funcionamiento del sistema circulatorio venoso viene dado en parte por la genética, pero existen factores que pueden provocar o acentuar problemas importantes:

# El sedentarismo, así como pasar muchas horas de pie en un mismo sitio.

# El exceso de peso y el estreñimiento.

# El calor directo sobre las piernas. En caso de presentar insuficiencia venosa, conviene evitar los baños de sol, la cera caliente, cobijar las piernas junto a un radiador, las saunas y los rayos UVA.

# Las prendas muy ajustadas, como vaqueros, medias apretadas, fajas, etc.

# Los periodos de reposo prolongados, el embarazo y los tratamientos hormonales.

# Prevenir es presumir. La mejor forma de evitar estos problemas circulatorios es cuidar el buen funcionamiento del sistema circulatorio venoso. Para ello, se deben evitar en la medida de los posible los factores de riesgo antes mencionados, unido a medidas que favorezcan su salud, como son activar la "bomba natural" con frecuencia, sea andando o haciendo algo tan sencillo como mover el tobillo de arriba abajo, con un gesto de pedaleo. El deporte, especialmente la natación, es muy recomendable, aunque se deben evitar los que sean de impacto, como el fútbol, el kárate o el judo.

Si puede, mantenga los pies en alto, pero siempre a un nivel superior al corazón (para vencer la gravedad, ¿recuerda?), y acabe las duchas siempre con agua fría, dirigiendo el chorro de los tobillos hacia la cintura. Es duro, pero compensa. Otra medida muy útil es el uso de medias de compresión, que provocan un masaje constante muy eficaz.

# La cosmética, un aliado muy fresco. Si bien los trastornos circulatorios han de ser tratados por el especialista, cuando tan sólo se sienten las piernas molestas, sea por el calor, una jornada dura o incluso por algo tan agradable como un día de turismo, contamos con la ayuda de cosméticos que alivian esa sensación de pesadez al instante.

¿Necesita recuperarse tras un día complicado? Sumerja los pies en agua fría durante diez minutos, moviendo los tobillos como si pedaleara en una vieja máquina de coser. Séquelos con cuidado y aplique una crema refrescante como las antes mencionadas desde los dedos hasta la cintura y ponga los pies tan altos como pueda. Por ejemplo, puede tumbarse en la cama y apoyarlos sobre varias almohadas o incluso en la pared: lo importante es que siempre estén a mayor altura que el corazón. Repose un ratito y ¡ánimo! Seguro que, al menos, se siente algo más ligera.

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