domingo, 30 de diciembre de 2007

Elegir colores de maquillaje a juego con tu tono de piel (II)

El tono de piel es muy importante a la hora de elegir el maquillaje adecuado, pero quizá te estés preguntando cómo puedes saber cuál es tu tono de piel, o que hacer si tu tono de piel parece neutral pero tiene áreas un poco descoloridas o enrojecidas.

Buenas noticias: identificar tu tono de piel no es tan difícil.

Un método muy sencillo es considerar si te quemas o te pones morena cuando tomas el sol:


1. Si te bronceas fácilmente o no te quemas, tu piel produce con facilidad pigmentos naturales (melanina) y eso significa que probablemente tu tono base sea ligeramente amarillento u oliváceo.

2. Si eres de las que se queman o se broncean muy poco o casi nada, entonces tu tono de piel base es rosado o rojizo. Hay otros signos delatores: te ruborizas con facilidad, por ejemplo.

3. Si el tono predominante es más bien amarillento, o llevarás que una base de maquillaje, un corrector o de maquillaje con demasiado color amarillo harán que tu piel tenga un aspecto peor en lugar de mejorar.

4. Los tonos de piel oliváceos tienen la tendencia a verse apagados o grises, debido a la combinación del tono natural amarillento que todo el mundo tiene en la piel y el matiz verdoso que es exclusivo de las personas de piel olivácea.

5. Los tonos de piel neutrales son aquellos que no tienen ningún predominio claro de tonos oliva amarillento o rosado.



Esta clasificación es válida para todas las mujeres incluidas las de color; tu tono base de piel es siempre uno de estos. Puede que te hayan dicho que a ti te van bien unos determinados tonos o gamas de colores, como los tonos cálidos o los tonos fríos. Pero desgraciadamente, hay tanta mala información en este tema que fácilmente se puede incurrir en errores a la hora de buscar el maquillaje que más te convenga.

La cuestión del tono de piel se hace a sobre todo a la hora de comprar una base de maquillaje. Cuando la estés probando, es fundamental que haga juego con tu tono base de piel.

El objetivo es que la base de maquillaje neutralice toda las variaciones de color ajustándose al tono general de la piel con un ligero matiz amarillento. ¿Por qué ese ligero matiz amarillento? Porque el color de la piel, casi siempre, tiene ese matiz amarillento. Es sencillamente, el color natural de la melanina para la mayoría de nosotras: independientemente nuestra raza, nacionalidad o edad, la base de maquillaje debería tener un tono marfil, beige neutral, bronceado, marrón, marrón oscuro o ébano con un matiz amarillo, pero sin ningún tono descaradamente anaranjado, rosa, verde, gris ceniza o azul. Añadir cualquiera de esos tonos a la base de maquillaje se nota, se ve poco natural y no es favorecedor.

Nota: hay unas pocas excepciones a esta regla: la piel de las mujeres de origen nativo norteamericano o latinoamericano, un pequeño porcentaje de las mujeres de origen africano y algunas mujeres polinesias tienen realmente un cierto matiz rojizo en su piel. Únicamente en estos casos no se aplican los consejos anteriores, y ya que su piel tiene un tono rojizo, necesitarán una base de maquillaje con ese mismo matiz rojizo. Pero solamente un suave matiz rojizo, no cobrizo, anaranjado ni melocotón.

En cualquier caso recuerda que para elegir la base de maquillaje, es imprescindible probártela a la luz del día y asegurarte de que se confunde con tu propio tono de piel sin que se note que la llevas.

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